Comenzamos la sesión de hipnosis regresiva. Previamente mantuvimos unas conversaciones donde fuimos perfilando qué era lo que estaba muy presente como una necesidad en este momento de su vida.

Estrella lleva años comprendiendo mejor el papel de su feminidad y su sexualidad en las relaciones que ha ido teniendo. Reconoce que cuando se ha focalizado en relaciones pasionales con mucha intensidad amorosa, se ha visto enredada a un patrón de relación donde el hombre se vuelve posesivo con ella, lo que le proporciona una experiencia de mucho malestar. Del mismo modo, cuando ha entrado en relaciones con hombres sensibles sentía una pérdida de su fuerza y motivación sexual. Pasión y sensibilidad en la sexualidad son dos polos muy separados dentro de ella.

Con esta información emprendemos un trance hacia dentro para descubrir si su viaje al inconsciente desvela de alguna manera sus patrones de relación con lo masculino. Le propongo tomar su comodidad física para la máxima relajación del cuerpo, que permanezca tumbada y con los ojos cerrados. Yo me siento cerca de ella y le facilito su entrada al inconsciente.

Inicio la hipnosis de forma que mi voz se convierte en su guía. Lentamente voy dándole una pauta para que acceda a su mente profunda con mucha concentración. Bajando una escalera hasta atravesar una puerta, dándole todo el tiempo y el ritmo que es adecuado para que ella penetre en el trance y abra su ensoñación consciente y empiece a descubrir lo que desea reconocer.

Ha entrado en la regresión.

Se ve como una indígena en medio de la selva. Le persiguen y ella corre entre los árboles, siente mucho miedo. Teme por su vida. Es un grupo de hombres y quieren matarla. Le pregunto por qué la persiguen y entonces se pone en contacto con una parte de ella: sus cualidades curativas. Narra en ese momento cómo tiene un contacto profundo con la selva, con la naturaleza. Esta le enseña todo lo que sabe, lo que le permite ayudar y curar a otras personas. Toma de la naturaleza todos los recursos y toda su sabiduría. Ahí encuentra su poder para sentirse una mujer fuerte y obtener su lugar.
Los hombres la alcanzan. Ella tensa su postura y cambia la expresión de su cara.

– ¿Qué sucede? -le pregunto. – Me están pegando, me violan. Siento mucho dolor.

– ¿Por qué lo hacen? -le vuelvo a preguntar.

– Porque les da miedo mi poder.

Al cabo de unos instantes ella se eleva sobre la escena, elige soltar ese profundo dolor y observar desde arriba lo que sucede.

– ¿Has muerto? -le interrogo. – No, solo me he elevado sobre la situación, pero no quiero este sufrimiento. Elijo morirme.

Viaja después de esta escena a otra vida. Se sitúa en el siglo XV. Es joven y trabaja en un lupanar donde su madre le obliga a prostituirse. Siente mucha tristeza por esta causa. Su madre está presente allí y apenas se comunica con ella emocionalmente.

Adelantamos un tiempo.

Han pasado varios años y tiene ahora una sensación distinta. Ahora está bien, tiene sentido lo que hace. Muchos hombres la eligen a ella para tener relaciones sexuales, pero ahora es distinto. Con todos ellos entabla una relación en la que ella les aporta confianza. Les habla al corazón y algunos hombres se permiten llorar. Ella les aporta consuelo, les otorga confianza. Se siente muy satisfecha, el deseo se torna un camino para hablar al corazón de los hombres y eso le hace encontrar un sentido valioso a lo que hace y se siente feliz. Llega a vivir muchos años. Al morir comprende cuáles son los parámetros del amor y su abundancia cuando se vive con la apertura con la que ella lo ha vivido. Amó a muchos hombres y fue feliz.
Posteriormente recorre dos escenarios más. Acude a una vida en la que su actual hermano es su marido. Lo ama apasionadamente pero él la maltrata. Su cuerpo activa las memorias y comienza a dolerle los brazos. El dolor se torna intenso. Se da cuenta de que está atrapada. Su amor apasionado la encierra en una relación dolorosa. Debe elegir traspasar la pasión en su viaje a la libertad, o permanecer en la frustración. Su cuerpo le informa y le pide que lo tenga en cuenta. Debe atender su dolor, lo esencial.
Al final acude a través de una progresión a los días futuros de esta vida. Se encuentra en su país natal, cerca de la naturaleza en la que dispone de una casa. Allí hospeda a gente que quiere encontrarse con su pasado, rescatar sus memorias y sanarlas. De nuevo, se siente bien.
La experiencia le permite entrar en un universo de sentido en el que el viaje del amor y la libertad entran en un juego esclarecedor. Su vida tiene un vínculo fuerte con las memorias pasadas de las cuales rescata conocimiento interno sobre lo que le conduce al dolor o le abre a formas más integradoras. La hipnosis le devuelve su necesidad de retomar sus códigos intuitivos, su conexión con la naturaleza desde la cual poder conducir su deseo. Orientarse hacia encuentros donde lo masculino y lo femenino se tengan en cuenta en sus formas más sensibles y menos posesivas.

La sensación al finalizar la experiencia es que sí es posible Integrar el viaje del deseo y del corazón.

Si quieres realizar tu sesión de hipnosis regresiva en un taller grupal, puedes asistir en Sevilla los días 3 y 4 de Marzo – ponte en contacto con nosotros.

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