EROSFERA

Un espacio libre y responsable de experimentación donde explorar nuestro deseo sexual como fuente de energía, creatividad y conciencia para manifestar la vida que queremos para nosotrxs. La piel es la envoltura magnética que dispone de todo lo necesario para despertar el sentir y la comunicación del corazón.

Recuperamos la libertad de movimiento del deseo sexual en cuanto a su caudal de curiosidad para nuestra vida como motor que nos adentra en nuestro camino de aprendizaje y nos arrastra con el apego y nos libera con el desapego.

Nos empuja a quedarnos en los procesos de las relaciones y cuando nos quedamos aprendemos juntxs, experimentamos diferentes opciones que nos devuelven sabores de placer o frustración, gozo y gratitud, o nuestro contacto con el límite. Construimos juntxs un laboratorio de crecimiento en la mayor intimidad y confianza, pudiendo limpiar el pasado de heridas de la infancia o de otras vidas en lo transpersonal, y aprender la comunicación transparente, la confianza en el amor, el apoyo mutuo, y recuperamos el poder que invocamos en pareja para la creatividad más allá de los hijxs físicos, como los proyectos, la innovación, las redes de cuidados conscientes entre las personas, relaciones basadas en la libertad, la escucha, la confianza, la solidaridad, la autenticidad, honestidad, y apertura.

LA ENVOLTURA MAGNÉTICA DEL SENTIR

Sigue al conejo blanco

El deseo se enciende para que sigas el destello de luz: la llamada de la claridad. Y este viaje que emprendes es en realidad una propuesta para despertar, abrir los ojos y sentir todo lo que llega, decidida en la sabiduría de tu organismo, más allá de tus preferencias desde la mente.
El ritmo de tu corazón te avisa que quieres traer la transformación a tu vida. Es el deseo sexual quien te indica la dirección y no es necesario comprender, sólo ser valiente y abrirse a la sugerencia interior. El conejo blanco es una metáfora de los momentos cruciales de la vida donde sientes un impulso y todo se sincroniza, se coordina para verte envuelto/a en un flujo que te trae experiencias poderosas para tu crecimiento personal.

Taller Amor y Libertad

En este taller creamos un laboratorio para la experimentación con nuestras relaciones, el conflicto y el permiso de pedir nuestras mejores condiciones para estar a gusto en la intimidad. Donde todo lo que ocurre es una oportunidad para aprender, superar patrones de sufrimiento gestados en la infancia (miedo, inseguridad, celos, sentimiento de abandono, rechazo, desamor, baja autoestima, sometimiento, manipulación…) Buscamos la claridad, la responsabilidad, y la honestidad y generar un espacio donde el deseo sexual y/o el amor lo observamos con la máxima conciencia y lo convertimos en materiales de nuestra creatividad, para construir nuestros proyectos más genuinos.

Taller Erosfera

Parando los movimientos automáticos de la sexualidad se desactivan roles, cae la máscara que nos mantiene ocultos, nos desvelamos sin escapatoria, emerge nuestra vulnerabilidad y nuestra sensibilidad nos trae una nueva oportunidad para restaurar la capacidad de sentir con naturalidad. En este taller podemos recuperar la claridad en la palabra expresando te deseo y expresando no te deseo. Se disuelve el movimiento de seducción que genera ambigüedad en el sí y el no, y se recupera nuestro impulso sano y natural de decir sí cuando quiero decir sí y decir no cuando quiero decir no. Limpiado la culpa, la vergüenza, el miedo… y recuperando la vitalidad, el gozo, la creatividad, la magia, el poder que nos trae nuestra sexualidad en estado puro.

¿Para qué trabajar con el deseo sexual?

Relaciones de intimidad

El deseo sexual te motiva a salir de tu zona de seguridad y exponerte. Puedes tomar este impulso para aprender a comunicarte con transparencia, cuidados, responsabilidad y convertir tus relaciones en un espacio de crecimiento personal. La experiencia de la relación se enriquece y aporta mucha más satisfacción cuando nos salimos de las expectativas y aceptamos lo que sí hay, desvelando lo que quiero, lo que necesito, escuchando al otro/a lo que quiere, lo que necesita y construyendo acuerdos reales entre las personas que compartimos la intimidad en la relación.

Ecología emocional

Todas las emociones que no has ido trabajando en tu vida te van a emerger en las crisis de tus relaciones de intimidad. Todo el pasado no resuelto explota desde las tripas. Los celos y otros estados emocionales difíciles de gestionar te recuerdan las carencias del afecto, el sentimiento de abandono, la inseguridad que has vivido en tu infancia y con tus ex-relaciones de intimidad. Y dejan ver la expectativa de sobreprotección que esperas de tu pareja cuando le exiges que haga lo necesario para que tú no toques tus zonas frágiles. Como si regresaras al niño/a que fuiste y demandaras la protección de la inocencia que no recibiste de tus padres y/o entorno. Si bien de pronto puedes descubrir que eres una persona dotada de todos los recursos internos y la madurez para hacerte cargo de tu vulnerabilidad sin ponerte a la defensiva, y expresando toda tu sensibilidad y fortaleza.

Descubre tu propósito

El deseo sexual es un impulso que te empuja a atravesar los límites de la comodidad y a ponerte en riesgo. Bajas la defensa y te dejas llevar por el flujo del universo. En este dejarte llevar se despliega tu propósito más allá del control donde habitualmente permanece tu vida contenida. Por eso cuando sigues tu deseo, tu enamoramiento, tu entusiasmo empiezas a darte cuenta de quién eres y qué quieres hacer exactamente con tu vida.
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Crea tu realidad

El poder que existe en ti para crear tu realidad proviene del deseo real, verdadero, legítimo, el deseo que te intensifica el brillo en los ojos. Este deseo habla de tu inspiración en la existencia, es la cualidad que te embellece, te hace florecer, te hace irradiar tu mejor versión. Para tocar este deseo comenzamos con la sexualidad y su recorrido energético por cada centro hasta la coronilla. Este autoconocimiento despierta al dio/diosa que habita en tu corazón.

Abre el corazón

La energía sexual abre el corazón. Esta apertura permite experimentar sentimientos de gratitud, gozo, sentimiento oceánicos, amor, compasión. Te activa la creatividad y puedes ponerle palabras a ésta. Puedes usar este impulso para hablar con una claridad y transparencia inusuales, donde tu sinceridad es delicada y dice la verdad.

Toma el viaje de las relaciones

Cada relación te lleva a un lugar, tu energía y la de la otra persona confluyen para crear algo único. Más allá de los modelos externos de cómo debe ser una pareja o cómo debe ser una relación tomar la energía del deseo para estar presente en lo que hay permite desplegar un viaje único e irrepetible entre lxs implicadxs, donde el contacto auténtico es transformador, pudiendo inventarse cada detalle, en cada instante donde existe el encuentro.

TESTIMONIOS

Algunas de las personas que han pasado por los talleres de Erosfera han dicho esto…

ELOY

Todo fue creciendo dentro de mí. Todo lo que se decía me provocaba resonancias, también estaba ahí para aprovechar la experiencia del grupo. Estaba muy sensible a recoger toda la información de los demás. El trabajo de Dios/Diosa, las palabras de la compañera; el trabajo de parejas… se me removió mucha información de hombre y mujer, un trabajo que  me doy cuenta que tengo pendiente en términos de sanación. Esto va lento, me hago cargo de mi liberación. El malestar que estaba latente eligió salir al final del trabajo. Me he quedado bastante mejor y más tranquilo.  El curso ha superado mis expectativas: fue agradable, profundo e intenso en el mejor de los sentidos. La propuesta la he visto muy bien. Buenos guías para el trabajo grupal. Ahora puedo recomendar a quien sea el trabajo de la Erosfera.

ISANA

Desde el primer momento he sentido la cercanía de l@s guías, su mirada, atención, disposición y comunicación abierta. El lugar es muy hermoso y especialmente acogedor. Cada una de las propuestas de exploración de la sexualidad me ha resultado gratificante. He aprendido nuevas formas para mantener una comunicación honesta con l@s demás, pues el taller estaba lleno de herramientas para la comunicación. Me he sentido libre. Libre de hacer y no hacer, libre para expresar mis emociones, libre de ser yo misma todo el tiempo. He podido reconocer límites propios y ajenos, y respetarlos con aceptación y ternura. Ha sido un aprendizaje profundo: un claro desaprender, salvaje y humano a la vez. He encontrado complicidad. Y me he reído mucho, con ganas. He experimentado la cadencia rítmica de mi sexualidad, abandonándome a lo que realmente deseaba sin buscar un fin y sin la presión mental-cultural de complacer por obligación a la otra persona. Me he dejado llevar por el momento presente, sin buscar el coito ni el orgasmo: sólo dejándome estar en un continuo goce, de respiración y contacto.