EROSFERA
Recuperamos la libertad de movimiento del deseo sexual en cuanto a su caudal de curiosidad para nuestra vida como motor que nos adentra en nuestro camino de aprendizaje y nos arrastra con el apego y nos libera con el desapego.
Nos empuja a quedarnos en los procesos de las relaciones y cuando nos quedamos aprendemos juntxs, experimentamos diferentes opciones que nos devuelven sabores de placer o frustración, gozo y gratitud, o nuestro contacto con el límite. Construimos juntxs un laboratorio de crecimiento en la mayor intimidad y confianza, pudiendo limpiar el pasado de heridas de la infancia o de otras vidas en lo transpersonal, y aprender la comunicación transparente, la confianza en el amor, el apoyo mutuo, y recuperamos el poder que invocamos en pareja para la creatividad más allá de los hijxs físicos, como los proyectos, la innovación, las redes de cuidados conscientes entre las personas, relaciones basadas en la libertad, la escucha, la confianza, la solidaridad, la autenticidad, honestidad, y apertura.
Sigue al conejo blanco
Taller Amor y Libertad
En este taller creamos un laboratorio para la experimentación con nuestras relaciones, el conflicto y el permiso de pedir nuestras mejores condiciones para estar a gusto en la intimidad. Donde todo lo que ocurre es una oportunidad para aprender, superar patrones de sufrimiento gestados en la infancia (miedo, inseguridad, celos, sentimiento de abandono, rechazo, desamor, baja autoestima, sometimiento, manipulación…) Buscamos la claridad, la responsabilidad, y la honestidad y generar un espacio donde el deseo sexual y/o el amor lo observamos con la máxima conciencia y lo convertimos en materiales de nuestra creatividad, para construir nuestros proyectos más genuinos.
Taller Erosfera
Parando los movimientos automáticos de la sexualidad se desactivan roles, cae la máscara que nos mantiene ocultos, nos desvelamos sin escapatoria, emerge nuestra vulnerabilidad y nuestra sensibilidad nos trae una nueva oportunidad para restaurar la capacidad de sentir con naturalidad. En este taller podemos recuperar la claridad en la palabra expresando te deseo y expresando no te deseo. Se disuelve el movimiento de seducción que genera ambigüedad en el sí y el no, y se recupera nuestro impulso sano y natural de decir sí cuando quiero decir sí y decir no cuando quiero decir no. Limpiado la culpa, la vergüenza, el miedo… y recuperando la vitalidad, el gozo, la creatividad, la magia, el poder que nos trae nuestra sexualidad en estado puro.
¿Para qué trabajar con el deseo sexual?
Relaciones de intimidad
Ecología emocional
Descubre tu propósito
Crea tu realidad
Abre el corazón
Toma el viaje de las relaciones
Próximos cursos
TESTIMONIOS
Algunas de las personas que han pasado por los talleres de Erosfera han dicho esto…
ELOY
Todo fue creciendo dentro de mí. Todo lo que se decía me provocaba resonancias, también estaba ahí para aprovechar la experiencia del grupo. Estaba muy sensible a recoger toda la información de los demás. El trabajo de Dios/Diosa, las palabras de la compañera; el trabajo de parejas… se me removió mucha información de hombre y mujer, un trabajo que me doy cuenta que tengo pendiente en términos de sanación. Esto va lento, me hago cargo de mi liberación. El malestar que estaba latente eligió salir al final del trabajo. Me he quedado bastante mejor y más tranquilo. El curso ha superado mis expectativas: fue agradable, profundo e intenso en el mejor de los sentidos. La propuesta la he visto muy bien. Buenos guías para el trabajo grupal. Ahora puedo recomendar a quien sea el trabajo de la Erosfera.
ISANA
Desde el primer momento he sentido la cercanía de l@s guías, su mirada, atención, disposición y comunicación abierta. El lugar es muy hermoso y especialmente acogedor. Cada una de las propuestas de exploración de la sexualidad me ha resultado gratificante. He aprendido nuevas formas para mantener una comunicación honesta con l@s demás, pues el taller estaba lleno de herramientas para la comunicación. Me he sentido libre. Libre de hacer y no hacer, libre para expresar mis emociones, libre de ser yo misma todo el tiempo. He podido reconocer límites propios y ajenos, y respetarlos con aceptación y ternura. Ha sido un aprendizaje profundo: un claro desaprender, salvaje y humano a la vez. He encontrado complicidad. Y me he reído mucho, con ganas. He experimentado la cadencia rítmica de mi sexualidad, abandonándome a lo que realmente deseaba sin buscar un fin y sin la presión mental-cultural de complacer por obligación a la otra persona. Me he dejado llevar por el momento presente, sin buscar el coito ni el orgasmo: sólo dejándome estar en un continuo goce, de respiración y contacto.