No puedo evitar sentir lo que siento. Lo que siento lo siento. Le doy este poder al sentir y construyo mi brújula interna.
Sí puedo elegir sentir lo que siento en un lugar de densidad o de sutilidad. Tengo el poder de elegir cómo sentir lo que siento.
Tantra es elegir sentir lo que siento permaneciendo en la esfera de lo sutil. Cuando siento primero llega lo sutil y según las decisiones que tomo puede llegar lo denso.
Si a lo que siento le sumo lo que pienso de lo que siento, estoy densificando. Si cuando siento me quedo en el asombro y la curiosidad de observar lo que estoy sintiendo sin interpretarlo, permanezco presente en lo sutil.
El Tantra propone la observación del recorrido de la energía sexual desde lo sutil. Para ello hace falta soltar las amarras de los tres primeros chakras para permitir la elevación.
Lo primero que suelto es la expectativa. Esto es casi la mayor parte del trabajo del Tantra puesto que en la expectativa reside el ego y la mente. La energía sexual es un circuito autónomo que discurre por canales donde no está ni el ego ni la mente. Entrar en la órbita de la energía kundalini precisa atravesar resistencias y bloqueos hasta dejar el espacio para el misterio del presente.
El vacío es la energía femenina en su máxima pureza y es el estado que formula la invitación a un espacio sin mente y sin tiempo donde habitar el desprendimiento de todas las capas: mente, expectativas, control, ego, roles, patrones, … Ninguna está invitada a la ceremonia tántrica y sí está invitada a su disolución en la fase previa cuando nos adentramos al vacío.
Para darle poder al vacío (la energía femenina universal) tomo la mirada a los ojos con mi compañero/a de Tantra, la plena atención en mi respiración y observación de todo lo que siento. Me ayuda ponerle palabras a lo que siento en una expresión desde el momento presente ¡sin añadir explicaciones mentales a lo que siento! -Dicen que el presente dura 7 segundos, así que si quieres expresarte desde la presencia plena no puedes alargar tu intervención más de ese tiempo ya que si lo haces estarías tirando de mente/pasado- Sí puedes respirar y volver a expresar actualizando el presente cada vez. La mente acelera la palabra, el presente te vuelve exquisitamente lento. Al Tantra se accede por la lentitud.
La entrada al Tantra es fría, es sobria, es a través del estado de meditación. Es necesario que sea así para que se filtren todos los movimientos automáticos que están solapados a la sexualidad: patrones, roles, ego, mente.
No hace falta sentir deseo por la otra persona para hacer Tantra, sólo estar disponible para trabajar con la energía sexual kundalini y darle poder a este circuito autónomo de experiencias y aprendizaje. Puesto que en el Tantra se disuelven todos los objetivos y expectativas… ¿Cómo puedes saber si al hacer Tantra con un compañero/a vas a realizar una penetración de los órganos sexuales? No lo puedes saber de antemano, te irá informando el presente, y al presente le daremos la atemporalidad para que se desarrolle: hemos entrado en el espacio de la lentitud suprema para que el corazón se abra a la intimidad. Estamos en el reinado de la Diosa, un mundo desconocido completamente por la mente, el ego, los roles, las expectativas y las fantasías anticipatorias. Así que no podemos saber nada de lo que va a acontecer en nuestra sesión de Tantra con otra persona.
Estamos en un acuerdo de encontrarnos para darle permiso a la presencia de la energía sexual. En postura de meditación uno frente a otro, soltamos la arrogancia de saber algo de lo que pueda pasar durante las próximas horas. Es un acto de desnudarnos en el ser. No sabemos nada. Y sólo puedo sentir lo que siento ahora mismo. Si le doy de verdad el poder a mi energía sexual le otorgo la confianza de que esta energía sagrada me lleve a lo que me toque ese día habitar: quizás es una experiencia de sanación y no de éxtasis. ¿Le doy el poder a mi energía sexual? ¿Estoy disponible a aceptar lo que hay para mi en cada momento? ¿Quiero soltar mi expectativa verdaderamente?
Este lugar de vacío no es fácil de habitar para muchas personas: aparecen muchas emociones del pasado, como la vergüenza o el miedo, y la cabeza se acelera queriendo controlar la situación. Quizás tomo roles conocidos que me aportaron seguridad en el pasado, como complacer, seducir, dominar, o someterme.
Como estamos soltando la expectativa: todo está perfecto como sucede. Dar pasos al vacío es soltar todo lo que viene. La mejor manera de soltar es nombrar en voz alta lo que estoy vivenciando de la manera más neutral posible.
El entrenamiento primordial del Tantra es habitar el vacío ¡se llama meditación! Es el punto de partida para que la Diosa nos dé la bienvenida a su espacio sagrado. Dándole el primer lugar a lo femenino.
Lo femenino es la nada. Lo masculino es el todo. Lo femenino y lo masculino se encuentran para crear una nueva vida. Si es nueva, parte de la nada. ¡Empezamos el Tantra permitiendo la Nada!
Siento vergüenza de no saber lo que vamos a hacer. Me da miedo no excitarme sexualmente. Estoy muy excitado ya y me cuesta permanecer en esta lentitud. Me frustra la lentitud. Estoy feliz de mirarte a los ojos. Estoy confiando en este espacio. Me acabo de dar cuenta de que me resulta muy cómodo no tener expectativas. Comienzo a sentir intimidad contigo. La intimidad se abre cuando percibo que no esperas nada en concreto de mi, salvo estar ambos presentes en esta energía sin rumbo conocido. Siento placer de estar aquí.
Cuando empiezan a caer capas. La intimidad se vuelve una experiencia del presente: ya estamos donde queríamos estar. Aquí y ahora, sin expectativas y sin saber lo que va a ocurrir. El corazón se pone en primer lugar. La energía femenina de la mujer y del hombre se pone en primer lugar. Estamos disfrutando de un momento de aceptación del otro o la otra sin esperar nada en concreto. Este espacio de aceptación facilita que aparezca el sentimiento de amor y que el corazón se abra.
Cuando el corazón se despierta podemos invocar lo que salga de nuestra inspiración.
Invoco mi energía sexual para que abra mi corazón a estados de sentimiento como la gratitud y el gozo. Invoco mi energía sexual para que me ayude a abrazar mi fragilidad y a entrar en la ternura. Invoco a la diosa que hay en mi. Saludo al dios que tú eres. Reconozco tu honestidad y tu libertad. Agradezco tu presencia amorosa. Abrazo mi amor propio…
La invocación proclama donde quiero enfocar mi energía. Le pide a la ceremonia tántrica (donde dos se vuelven unidad) que la energía generada se focalice en una dirección. Se pide y se suelta la expectativa concreta: ¡No queremos volver al control!
La invocación ya me está aportando lo que invoco cuando lo nombro. Porque la palabra es energía y cuando estoy con el corazón abierto esta vibración del sonido aporta satisfacción. Abriendo la posibilidad de generar mayor manifestación cuando la energía sexual se aviva y añade fuego al foco nombrado. Esto es parte de la Magia Sagrada Kundalini (MSK)
Cuando atravieso el portal del vacío y me adentro en la dimensión del Tantra, dejo al otro lado a mi personaje
El Tantra no es una serie de técnicas para tener mejores relaciones sexuales ¡esto le encanta al personaje! Vivimos con un personaje egoico y hay que motivarlo para que le apetezca hacer Tantra, si bien con la profundización todo se convertirá en una aventura arriesgada y absolutamente incierta ¡muy apasionante! El Tantra Sí es un camino espiritual para abrazar la sombra, abrir el corazón, habitar estados de gratitud, gozo, amor… ampliar infinitamente la experiencia orgásmica donde desaparece por completo el concepto orgasmo y en su lugar son recibidos los estados orgásmicos que incluyen una inabarcable gama de experiencias creadas en el presente de la unión sexual referidas al éxtasis, a la fusión, a la unidad, la magia, el amor incondicional, al gozo, al vacío, a la presencia, a la sanación y limpieza de sombra.
¿Cuántos tipos de orgasmos tienes? En la sexualidad no sagrada se suele considerar orgasmo a una eyaculación en el hombre y a un orgasmo de pico en la mujer. Esto es una visión limitada de la sexualidad. Si orgasmo es otra expectativa más, para hacer tantra es necesario soltarla por completo. Es que incluso para hacer Tantra … ¡no puedes tener la expectativa de hacer Tantra!
Abro mi corazón a los estados orgásmicos, los cuales sólo los puedo experimentar en el presente cuando ocurren en la unión sexual con mi compañero, especialmente y también en mi soledad cuando enciendo mi energía sexual y sigo su propuesta. A veces se me presentan como una oleada de unión con el universo. Otras veces es un recorrido de gozo por todo mi cuerpo. Otras veces es una vibración en mi útero que se expande a mi pecho en forma de amor. A veces es un sentimiento de fragilidad exquisito que me lleva de viaje al abrazo con mi niña interior. A veces es fuerza y poder, otras es silencio y vacío. Me encanta disolverme en la totalidad como si saliera de mi cuerpo y de mi identidad con plena conciencia.
La meditación que nutre la apertura a la sexualidad sagrada puede ser dinámica como una danza o un masaje: ambas propuestas aumentan la activación del hemisferio derecho del cerebro a través del tacto y las sensaciones corporales. Si le añado la palabra que nombra el presente o la invocación, comienzo a soltar, limpiar, sanar y a generar magia.
La mirada a los ojos, el intercambio de alientos, la órbita microcósmica y macro a través de la respiración conjunta y la conciencia energética, la colaboración con el vacío, la expresión de la palabra del presente y la invocación, la meditación, la danza y el masaje con atención suprema… todo esto permite la dimensión del Tantra y crea el espacio sagrado para que florezca.
La unión de la energía sexual comienza desde lo sutil. Volvemos a invocar la lentitud. Antes de entrar en contacto físico nos hemos tocado con la mirada. Antes de darnos un beso nos hacemos conscientes del intercambio de aliento en la distancia. Cuando acortamos esta distancia ponemos la atención en el circuito de energía que se configura en la dualidad que somos: un extremo de la polaridad en lo masculino, otro en lo femenino, uno yang y otro yin.
La postura yagyum (lo masculino en postura de meditación sostiene a lo femenino sentado encima con las piernas entrelazadas) nos acerca considerablemente para poder tomar una meditación conjunta. Desde lo sutil y energético lo femenino penetra con el pecho a lo masculino. Desde lo sutil y energético lo masculino penetra en el vientre a lo femenino. Lo masculino recibe en su pecho la energía femenina. Lo femenino recibe en su vientre la energía masculina.
Así se configura el circuito: las bocas se unen en un intercambio de alientos, cerrando las comisuras de los labios para que entre el mínimo aire del exterior. Cuando lo femenino inspira por la boca, lo masculino expulsa el aire desde la boca (lo masculino se vacía completamente de aire) … entonces lo femenino penetra sutilmente el pecho de lo masculino. Ahora lo femenino expira (lo masculino inspira) y es penetrada sutilmente con la energía de lo masculino por su vientre. Así configuramos un movimiento energético circular para generar un trance, un vacío mental, un estado de fusión y de unidad energética, una embriaguez amorosa, donde el polo positivo o masculino se completa con su polo negativo o femenino, y viceversa. La danza infinita del yin y el yang.
Toda la experiencia se desarrolla aún desde el contacto sutil o energético. Cuando el corazón está abierto y la entrega sin mente(sin ego, sin roles, sin expectativas) está siendo en el aquí y ahora, podemos jugar todo lo que queramos con el lingam y la yoni, el pene y la vulva, las deliciosas frutas de la sagrada energía sexual con una premisa, preservar el espacio sin expectativas y poner el foco en los estados expandidos del corazón… por eso podemos parar el movimiento, cambiar de posturas, regresar a la danza, a la palabra, volver a la activación del motor genital, ponerle palabras de amor (¡haya o no haya enamoramiento!)
Este espacio de la Diosa puede tardar un tiempo en abrirse: quizás dos minutos si la pareja está muy sincronizada en Tantra o quizás dos horas ¿importa el tiempo? El tiempo es una de las expectativas mentales que está destinada a disolverse, por eso invocamos la atemporalidad o la eternidad del momento presente.
Las acciones desacostumbradas disuelven lo mecánico y nos colocan en un impacto en el puro presente. El Tantra es la gran invitación a descubrir cada instante de vida con la presencia en la energía sexual.
Saludo al lingam del dios que se presenta en mi espacio de intimidad
ese elemento de la anatomía del hombre elegido para encarnar a mi dios interno,
sabe perfectamente llamar a la puerta de mi templo y abrir mi corazón desde dentro.
Mi presencia en la diosa que yo soy se lo recuerda con exquisita dulzura y vacío,
hemos conquistado juntos un instante fuera del tiempo que se despliega como una experiencia de eternidad,
mi pecho es una cascada de agua pura y sentimiento que nos precipita hacia el abismo,
su vientre es la fuerza de la vida poniendo dirección hacia el sol.
Cuando caemos nos desprendemos de todo y saltamos a la otra realidad,
¡el salto cuántico nos coge por sorpresa!
Pareciera un salto insalvable y peligroso… y se convierte en un baño de agua fresca con la manguera de la azotea como juego de niño y niña salvaje.
Elige Tantra, elige sutil.
Sana Musa

La nada se está ampliando paso a paso, ocupa espacio y tiempo y quien sabe que dimensión más, se abre consciente a la no expectativa y llega a inundar con su presencia… yo también elijo sentir sutil ?