Método Experiencial

El ser humano está dotado de manera excepcional para entrar en sintonía con su entorno y obtener salud y equilibrio de forma orgánica y natural. Sucede que nos desconectamos de esa sabiduría interna que sabe cómo fluir con el medio en el que vivimos para, más tarde, obsesionarnos con la explicación sobre el fenómeno. Aquí es donde comienza la serie de dificultades que nos atenazan la salud en forma de deseo reprimido y acciones interrumpidas. El pensamiento causal, lineal, por lo general confina y limita, tiende a asegurar y atar conclusiones más que a abrirse a la diversidad cambiante de la experiencia de la vida.
Todos somos sujetos activos de aquello que experimentamos. Las cosas no pasan sin más, limitándonos a ser meros observadores, sino que todo lo que sucede nos implica. La forma en la que abordamos las vivencias, reproduce el sentido específico que damos a nuestro mundo. Cada situación que vivimos está conectada a una experiencia fenomenológica de la cual podemos estar más o menos cerca en función de la capacidad que hayamos desarrollado para explorar eso que nos sucede aquí y ahora.
El enfoque fenomenológico nos invita a poner la atención en la forma en que experimentamos: es decir, descubrir qué patrón de observación tenemos establecido. Vivir nuestras vivencias podría ser una capacidad, un hábito que tuviéramos integrado como la propia función de respirar. Abrirnos de nuevo a la capacidad para percatarnos, para ser testigos de nosotros mismos.
El counseling experiencial invita a atender el fenómeno. Se trata de observar estrictamente eso que ocurre y darle un valor preponderante, es decir, llevarlo al primer plano de la conversación, con naturalidad, experimentándolo tal cual es y entrando a formar parte de lo que pasa.
 
La fenomenología es lo que ha dado origen a la dinámica de trabajo de la Gestalt, que utiliza la técnica del darse cuenta como motor de la percepción, lo cual conlleva una ampliación de la conciencia. También está detrás de algunos modelos de Counselling. El Counseling en su corriente humanista tiene en cuenta esta forma de vivenciar las experiencias, otorgándoles todo el protagonismo, sin invadir los procesos de las personas. Alimenta una curiosidad activa, indaga el fenómeno de un modo apreciativo, como si se tratara en todo momento de un misterio.
Acercarnos a una persona desde un enfoque de Counselling, supone anteponer la búsqueda del significado que tiene esa experiencia para la persona que tenemos delante. Esto conlleva desmantelar de algún modo los patrones de comunicación con los que solemos funcionar habitualmente. Clichés que funcionan pero que son chatarra comunicacional.
Las sesiones de formación son eminentemente experienciales, desde la certeza de que primero se debe recorrer el camino de la experimentación sensorial, intuitiva y organísmica para luego acceder al conocimiento interno de esa experiencia.
Un enfoque psicosomático nos dice que cada célula del cuerpo tiene conciencia de la totalidad. El cuerpo nos muestra las negaciones que hemos ido incorporando en nuestra vida mediante mensajes introyectados. El cuerpo enseña lo que Perls llamó los “huecos” de la personalidad. Estos están relacionados con nuestras necesidades no cubiertas. La interrupción del fluir organísmico crea una disfunción que opera mecánicamente hasta que se atiende.
En cualquier persona funciona este mecanismo que denominamos de “regulación organísmica” que permanentemente vigila por el restablecimiento del placer, el crecimiento y la salud. Si bien nuestros deseos están permanentemente sometidos a contratiempos, el organismo está en todo momento alerta para que ese vaivén, que funciona como si se tratara de una ola, no quede interrumpido o malogrado.
La vida hace que estemos en un constante movimiento de contacto y retracción. Es lo que la Gestalt ha llamado: el ciclo de la experiencia o ciclo instintivo. Mediante este ciclo la vida transcurre en una constante emergencia de necesidades, que van apareciendo en primer plano y desapareciendo, según van siendo atendidas, para dar luego paso a otras nuevas, como en el caso del inicio, en el que tras la regulación, aparecía el sueño como nueva necesidad.
Las sesiones de formación buscan despejar este movimiento y atenderlo desde una dinámica absolutamente experiencial.