Aprender a dejar la vida VIVOS/AS

Aprender a dejar la vida VIVOS/AS

Esta expresión está tomada de los chamanes de la Amazonía. Los Mayas denominaban a este proceso: el “despertar de tu cuerpo de jaguar”. Este animal vive sin miedo. Caza solo para alimentarse, explora y descansa. Vive en la confianza de que la vida le proporciona lo que necesita. Está asociado al poder sanador del espíritu y al Divino femenino. En esta cultura Maya, los sacerdotes se llamaban Balams (Jaguares) y se convertían en tales porque habían realizado ya un viaje simbólico al submundo, a lo más profundo de sus miedos, conquistando el más difícil de todos: el miedo a la muerte. Este viaje a lo Divino Femenino me resulta inspirador. Recojo la invitación a encarnar la sabiduría del Jaguar, soltar el miedo a lo desconocido y confiar.

Para soltar el miedo hay que vivirlo. No es fácil. O la vida te lo pone de repente delante de forma inevitable, o lo conquistas, sumergiéndote en alguna de tus memorias pendientes. Al descender al inframundo el desafío es permanecer allí en profunda aceptación, no salir despavorido. Como en la historia de la bella Psiché, es el camino la verdadera iniciación en este aprendizaje. Cuando tocas el terror de aquel escenario de infancia, o de aquel patrón inconsciente antiguo, sientes que solo estás tú, tus propios fantasmas y tu respiración. El plexo condensa el dolor y la angustia y apenas tu diafragma y un mantra repetido infinitamente, te sirve de fino soporte ante la desesperación.

Personalmente lo he podido vivir. Ha sido un proceso de limpieza en el que he experimentado como algo viejo, inconsciente, moría dentro de mí. Un episodio de apego me condujo a la obsesión por la pérdida y al miedo. Atravesando las excusas, las resistencias, las huidas, etc., terminé por entregarme al dolor y acudí al origen de mi parálisis. Reviví los sentimientos de terror que estaban ocultos para mí en una escena de mi niñez. De niño viví el impacto que me producía la amenaza de perder a mamá en un contexto de desesperación familiar.  Mi cuerpo pudo volver a sentir durante media hora el pavor de enfrentarse a este escenario. Era mi cuerpo de niño el que temblaba, el que ahora completaba un ciclo de expresión y de sostenimiento adulto.

Tras vivirlo entendí el poder invalidante del miedo, la pérdida y la desesperación, y cómo experiencias así condicionan nuestra libertad. Creo que el verdadero miedo que nos aterroriza no es perder algo, sino el terror a no encontrarte a ti mismo al otro lado. Eso es la muerte.

Pero  cuando he resuelto ahí, veo que esto se puede reenfocar. Cuando elijo ahora despertar a mi chamán, me propongo entre otras cosas, familiarizarme con eso otro lado. Entiendo que en esta vida, mi energía es útil para despertar el Jaguar interno y que puede vehicularme más allá de las fronteras de la extinción. Ahora, después de vivir esa crisis y de tocar el lugar donde experimenté el miedo a la desaparición, siento que puedo elegir y que la muerte no me condiciona. Es más, me catapulta más lejos aún, si me preparo con conciencia en la dirección de mi propósito. Es la promesa del Jaguar: sentirnos en casa seguros, sin miedo, porque la vida proporciona todo lo que necesitamos. Ahora que suelto la sumisión a una vida amenazada por el miedo, puedo experimentar mis posibilidades de practicar formas nuevas de vida más cercanas a mi satisfacción y a mis potencialidades espirituales. El miedo amenazaba de muerte a mi ego, pero cuando lo traspaso, lo que trae es resurrección. Despierta mi cuerpo de luz.

Hoy puedo experimentar otras cosas. Me siento más unido a la naturaleza, a los animales, a los seres vivos. Siento deseo de abandonarme a ella en el silencio y extraer su sabiduría mediante la búsqueda de la visión. Entiendo la importancia de la alimentación para desintoxicar mi cuerpo y que me aporte la máxima lucidez. Creo en el nagual, el mundo del espíritu infinitamente más grande que esta pequeña dimensión espacio temporal que ocupo, a donde puedo acudir a través de la ensoñación o la conexión de mi intuición chamánica. Allí puedo comprender aspectos de la realidad y recordar que existe un plan maestro que va por delante de mí.  Siento que mi respiración es una permanente aliada para mis estados emocionales.  Emerge la potencialidad de mi Dios y mi Diosa interna que abordan la relación con lo femenino desde un lugar de amor y libertad como no había experimentado antes. Ahora, en definitiva, ya puedo estar tranquilo, ya sé que no tengo nada bajo control. Quiero dejar la vida muy vivo.

Te invito a completar una acción chamánica. El miedo se nutre de un rol, un personaje sin el cual sentimos que desaparecemos. Por eso, te animo a quemar tus roles, los condenamos a la muerte. Escribe aquellos roles que crees que sostienen tu identidad cotidiana, también los roles con los que te mueves en ocasiones y con los que aparentemente buscas sentirte especialmente amado o seguro. Quema tu rol de hijo/a; tu rol de persona sociable; valiente; tu profesional bien considerado. Quema tu rol de amante; de sanador de otros. De víctima. Suéltalo y experimenta como es morir a esa parte de ti. Observa cómo llega la sensación de no ser nadie, de perder tus recursos para sentirte visto y amado. Ríndete. Aquí, contemplando y respirando esto, es donde comienzas a estar más vivo.

ALFREDO C. DOMBÓN

Avatar, manifestar lo que eres

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Los astros tienen ciclos, la naturaleza y nuestros cuerpos tienen ciclos. También nuestras experiencias de implicación, transformación y retirada contienen ciclos. Reconocer el ritmo interno de nuestras experiencias y detectar donde nos encontramos con respecto a esos ciclos que vivimos, nos da una mayor claridad sobre las dificultades y las oportunidades que podamos estar viviendo.

Nacimos en unas coordenadas espacio temporales que contienen un sentido específico dentro de este gran organismo vivo que se llama cosmos y planeta tierra. Toda la realidad está implicada. También lo que nos sucede en este momento en nuestra vida está engarzado en una línea de sentido que recorre todas las cosas que vivimos.

¿Cómo tomar contacto con esta forma de mirar nuestra vida y nuestra realidad?

Despertando el artista, el mago y el chamán interno. El Artista es capaz de mirar su propia genialidad. Cada cual tenemos una forma propia de manifestar nuestro ser y plasmar nuestro proyecto de vida a través de la autorealización, las relaciones sociales y la expresión. El artista interior nos recuerda que lo que somos puede adquirir formas creativas y manifestarse en el placer de ser uno mismo y ser creativo. Tan solo hay que conectar con nuestra cualidad interna que nos conduce a indagar, a generar, a compartir, a construir, etc.

El mago es el poder interno para transmutar nuestra realidad, la que está atrapada por las emociones negativas. La realidad contiene el grave riesgo de atraparnos en códigos inmutables, en necesidades que no podemos liquidar, en ideas limitantes que hacen que no creamos en las posibilidades de la vida para otorgarnos abundancia y prosperidad. El mago se plantea posibilidades inéditas y las ensaya. Crea la realidad que quiere para sí mismo/a.

El Chamán abre el corazón y lo conecta a su naturaleza emocional y compasiva. Reaprende la tarea originaria de abrir la atención a lo sutil. Despeja todas las formas de sentir, de contactar con el ser, ampliar la intuición y volver a confiar en los poderes internos. El chamán sabe explorar nuevas formas de creatividad y gratitud. Conoce las cualidades de nuestra inventiva genética. Hay una gran genialidad inscrita en nuestra propia naturaleza y si la escuchas, entiendes que tienes todo lo que necesitas para completar todas las expectativas.

Cada cual nos encontramos en una coordenada vital concreta, con un mapa de relaciones y unas inquietudes emocionales. Cualquier momento puede ser una oportunidad abierta para ir más lejos en el despertar de nuestra verdadera naturaleza. Pero hay que entrar dentro. Estas tres cualidades descritas hacen posible reproducir nuevas formas de vida que nos conduzcan a una mayor prosperidad. Solo hay que parar, mirar los miedos que nos paralizan y darse cuenta que se pueden traspasar haciendo emerger nuestras cualidades internas para ver, reconocer, traspasar y trasmutar la emoción y la experiencia.

Avatar. Del 15 al 19 de Agosto.